El río Matanza Riachuelo es un curso de agua de 64 km de largo que nace en la Provincia de Buenos Aires, Argentina, conforma el límite sur de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y desemboca en el Río de la Plata.
Río Matanza-Riachuelo | ||
---|---|---|
Río Matanza-Riachuelo, a la altura del Puente Alsina entre Pompeya (Ciudad de Buenos Aires) y Valentín Alsina (Lanús). | ||
Ubicación geográfica | ||
Cuenca | Cuenca del Plata | |
Nacimiento | General Las Heras,Cañuelas | |
Desembocadura | Río de la Plata | |
Coordenadas | 34°37′57″S 58°20′46″O | |
Ubicación administrativa | ||
País | Argentina | |
División | Ciudad de Buenos Aires, Provincia de Buenos Aires | |
Subdivisión | Ciudad de Buenos Aires, Avellaneda, Lanús, Lomas de Zamora, La Matanza, Esteban Echeverría, Ezeiza, Cañuelas, Almirante Brown, Marcos Paz, General Las Heras, Merlo, San Vicente. | |
Cuerpo de agua | ||
Longitud | 64 km | |
Superficie de cuenca | 2240 km² | |
Caudal medio | 3 a 100 m³/s | |
Altitud |
Nacimiento: n/d m Desembocadura: 0,0 m | |
Mapa de localización | ||
| ||
El río es conocido como Matanza en la mayor parte de su recorrido y Riachuelo luego de cruzar la Avenida General Paz. A lo largo de este recorrido recibe el aporte de decenas de arroyos, como el Rodríguez, Morales, Chacón, Cañuelas, Aguirre, Ortega, Santa Catalina, La Paja y Del Rey, entre los más importantes.
En su desembocadura, el río le da nombre al famoso barrio de La Boca, en la ciudad de Buenos Aires.
La cuenca Matanza Riachuelo abarca una superficie aproximada de 2200 km² y es una de las áreas más densamente pobladas de la Argentina[1], donde viven alrededor de 6 millones de personas, que representan el 15% de la población del país,[2] ubicadas en la parte sur de la Ciudad de Buenos Aires y en gran parte de catorce municipios de la Provincia de Buenos Aires: Avellaneda, Lanús, Lomas de Zamora, La Matanza, Esteban Echeverría, Ezeiza, Cañuelas, Almirante Brown, Marcos Paz, General Las Heras, Merlo y San Vicente, donde se estima que se genera el 30% del PBI de la Argentina[3].
Desde los años '70 del siglo XX, el río constituye uno de los problemas ambientales más graves de la Argentina, producido por los desechos industriales arrojados sin tratar, las aguas servidas provenientes de la falta de redes cloacales en buena parte del área urbana de la Cuenca en la Provincia, y los residuos domiciliarios sin recolección adecuada.
Las denuncias por contaminación relacionadas con el río se remontan, sin embargo, hasta los primeros años del siglo XIX, con el establecimiento de las primeras curtiembres y saladeros en la orillas del Riachuelo en la Ciudad de Buenos Aires y la Provincia.
Desde 2008, la cuenca Matanza Riachuelo es el centro de un proceso de saneamiento llevado adelante por la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo.
El río recoge el drenaje superficial de las aguas de una cuenca que abarca aproximadamente 2200km2.
Su cuenca mide unos 64km de longitud y tiene un ancho medio de 35km.
A lo largo de su recorrido, el cauce principal del río recibe el aporte de numerosos cursos menores de diverso tamaño, cuyos recorridos totalizan 510km.
Entre estos afluentes se destacan los arroyos Morales, Cañuelas, Aguirre y Ortega. El más importante en la ciudad de Buenos Aires es el arroyo Cildáñez, en la zona de Mataderos y Lugano, que se encuentra rectificado y parcialmente entubado.[4]
Su cuenca suele dividirse en tres zonas:
Esta cuenca limita al noroeste con la cuenca del río Reconquista, al sudoeste con la cuenca del río Salado, al sudeste con las cuencas del río Samborombón y de la vertiente del Río de la Plata superior, y al noreste con el Río de la Plata, donde desemboca.[6]
La cuenca del Matanza Riachuelo drena hacia el Río de la Plata, lo que hace que esté sujeta al efecto de las mareas.
Se producen frecuentes inundaciones que afectan sobre todo a las zonas de la cuenca baja y media, donde se concentra una parte importante de los asentamientos informales.[7] Las inundaciones tienen dos causas naturales principales: las sudestadas, las precipitaciones y la pendiente natural del río,[7]que se suman a la falta de impermeabilidad de los suelos debido a la urbanización y a la ausencia de infraestructura urbana que permita el drenaje del agua.[7]
La Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo realiza un mapa de peligro y vulnerabilidad que permite tomar decisiones y gestionar el riesgo frente a las inundaciones.[8]
Desde hace miles de años, la región era habitada por grupos de cazadores recolectores que armaban sus viviendas (de cueros y postes de madera, fáciles de mover) en las proximidades de ríos como el Matanza Riachuelo, además de otros arroyos y lagunas, y en las lomas cercanas a estos parajes.[9]
A la llegada de los españoles en 1536, diversos grupos habitaban el área de la cuenca, entre ellos los querandíes.
El Riachuelo de los Navíos aparece mencionado con este nombre en las primeras crónicas de los expedicionarios españoles llegados a la zona al mando de don Pedro de Mendoza en 1536.
En esa época su tramo superior también fue llamado de la Matanza porque allí hubo una batalla entre querandíes y españoles que implicó gran cantidad de muertos. Otros autores señalan como origen del nombre las frecuentes matanzas de ganado producidas en la zona.[9]
La cercanía del Riachuelo ofrecía una fuente de agua potable y la posibilidad de contar con un puerto natural para el amarre de las embarcaciones.[10] Esta ventaja ocasionó que tanto Pedro de Mendoza en 1536, como Juan de Garay en 1580, escogieran la proximidad al Riachuelo para instalar la ciudad de Buenos Aires.
Pero la condición de río de llanura determinaba su baja pendiente y su recorrido sinuoso, lleno de meandros. Su planicie aluvial era ocupada por recurrentes y extensos anegamientos, que daban lugar a lagunas y bañados.
El sur de la actual Ciudad de Buenos Aires y muchos otros sectores de los alrededores del río Matanza Riachuelo permanecieron casi sin habitar por estos motivos, hasta entrado el siglo XX.
El curso inferior del Riachuelo en el siglo XVII era muy diferente al que hoy conocemos. Cerca de la desembocadura actual, el curso del río giraba hacia el norte, por la Dársena Sur del Puerto Madero hasta encontrarse con el Río de la Plata en las cercanías del actual parque Lezama.
La antigua Boca del Riachuelo de los Navíos se ubicaba aproximadamente a la altura de la actual calle Humberto I°, en el barrio de San Telmo, ya que un banco de lodo, arena y una isla anegadiza cubierta principalmente de “juncales” desviaba el río, provocando un recodo hacia el norte casi 90° respecto del Riachuelo, hacia la desaparecida Isla de los Pozos, hoy cubierta por las dársenas y los rellenos realizados para la construcción de Puerto Madero.[11]
En la década de 1780 se abrió un paso entre el recodo mencionado y el Río de la Plata, llamado «boca del Trajinista», formando desde entonces la actual desembocadura del Riachuelo, y una isla en la margen izquierda.[12]
Entre 1800 y 1810 cobró relevancia la actividad ganadera en la zona de la desembocadura del Riachuelo. Se instalaron mataderos, curtiembres y saladeros en las orillas del río, que oficiaba de puerto natural. También las primeras producciones de jabón, velas y otros derivados de cueros y grasas convertidas en combustibles.
Con la Independencia del país, empezó a desarrollarse una economía exportadora, y crecieron los establecimientos productivos de carne salada y cueros, primero, y lana después, muchos de ellos ubicados a orillas del río.
A partir de 1860, el crecimiento de la red ferroviaria en el país, articulada con los puertos como el del Riachuelo, permitió el desarrollo de la exportación de cereales producidos en la pampa húmeda, que hacia fines de siglo se habían convertido en uno de los grandes motores de la economía argentina, junto con la exportación de carne procesada en los frigoríficos.
La primera orden oficial de limpiar el río fue dictada por la Primera Junta en 1811. Desde entonces, se repiten las medidas de gobierno con el mismo fin, lo cual señala un problema ambiental persistente. Entre otras órdenes oficiales, se manda retirar barcos hundidos en el puerto y expulsar las actividades más contaminantes de las cercanías de la ciudad, como las curtiembres y saladeros. También se repiten las prohibiciones de arrojar al río los residuos de las faenas de los mataderos.
En 1868 y 1871 las epidemias de fiebre amarilla y cólera producen enormes cantidades de muertes entre los pobladores de la zona. El Riachuelo es señalado como un foco de infecciones, y la Legislatura bonaerense ordena suspender las actividades de sus saladeros.[9] Este fue uno de los primeros debates sobre contaminación ambiental en la Argentina, sostenido entre los dueños de saladeros, autoridades nacionales, médicos y químicos.[4]
Con el crecimiento de la actividad portuaria y la economía exportadora empiezan a formularse proyectos de ampliación del puerto del Riachuelo.
Su desembocadura tenía muy poca profundidad, por lo que la mayoría de los grandes barcos no podían ingresar y debían atracar en el Río de la Plata.
En 1871 la Legislatura de la provincia de Buenos Aires sancionó una ley para realizar obras de canalización, limpieza y modernización del puerto del Riachuelo.[13]
Estas obras contemplaban excavar el canal de ingreso, rectificar y ensanchar su desembocadura, construir un dique y un muelle, e instalar pescantes para el levantamiento de los barcos.
En 1878 el puerto del Riachuelo fue declarado abierto para la navegación de buques de ultramar. El primer barco regular de pasajeros, el vapor Italia, ingresó a la Boca del Riachuelo el 25 de enero de 1883, en medio de grandes festejos.[14]
Como parte de las obras realizadas, a mediados de la década de 1880 se modificó el meandro de la Vuelta de Rocha para convertirlo en fondeadero, tomando su forma actual.[15]
Ambas márgenes del Riachuelo fueron desde fines del siglo XIX uno de los grandes escenarios de la transformación social del país, impulsada por el crecimiento de las exportaciones, y la llegada masiva de inmigrantes de Europa y del norte del país.[16]
El puerto del Riachuelo ofrecía un paisaje compuesto por embarcaciones, barracas, talleres, astilleros y fábricas transitado diariamente, de una orilla a la otra, por decenas de miles de trabajadores.
El Riachuelo fue el centro de una densa trama de organizaciones sociales, políticas, deportivas y artísticas impulsada por los trabajadores inmigrantes. De estas experiencias surgieron equipos de fútbol, sindicatos, organizaciones obreras del anarquismo y socialismo, y escuelas de arte como las de los pintores de la Boca y los Pintores del Pueblo, entre muchos otros.[17]
El área también fue uno de los centros de desarrollo de la industria nacional a través de la instalación progresiva de empresas frigoríficas, fábricas de alimentos, jabón, vidrio, fósforos, talleres de galvanoplástica, empresas siderúrgicas y curtiembres, entre otras.[18]
El crecimiento de las exportaciones impulsó hacia 1880 nuevos proyectos de ampliación de la capacidad de transporte del viejo puerto del Riachuelo.
Estos proyectos incluyeron la creación de dos nuevos puertos en la desembocadura del Riachuelo, el Puerto Madero en la Ciudad de Buenos Aires y el Puerto de Dock Sud en Avellaneda.
Las obras se iniciaron a principios de la década de 1880; el último tramo de Puerto Madero se terminó en 1897, mientras el Puerto de Dock Sud fue inaugurado en 1905.
Con el tiempo, estos nuevos puertos, junto con el Puerto Nuevo de Retiro inaugurado unos años después, reemplazaron al puerto del Riachuelo que disminuyó progresivamente su actividad a lo largo del siglo XX, hasta su cierre definitivo por parte de la Dictadura Militar en 1976.
En simultáneo a la creación de los nuevos puertos de Madero y Dock Sud, en 1888 se inició la rectificación del Riachuelo que cambió su fisionomía y paisaje.
El proyecto buscaba rectificar, ensanchar y canalizar el Riachuelo -es decir, aumentar su profundidad o calado- desde el puente del Ferrocarril del Sud en Barracas hasta el km 33 en la Provincia, a la altura de La Matanza.
Y proponía eliminar los meandros del curso natural del río para facilitar su navegación.
Su objetivo era descongestionar el tránsito de embarcaciones del Riachuelo y crear una nueva área de industrias en el sector sur de la Ciudad y la Provincia, mediante el ingreso de grandes buques de al menos 200 toneladas.
En un primer momento la concesión fue otorgada a la Compañía General Pobladora, integrada por empresas inglesas y argentinas ligadas al puerto y los ferrocarriles; pero las obras nunca se iniciaron. El proyecto quedó envuelto en denuncias de corrupción y negociados por la venta de los terrenos adyacentes al cauce del río.
En los años siguientes, la dirección del proyecto cambió de manos sin que se produjeran avances. Aunque muchos de los terrenos provenientes de la concesión empezaron a lotearse y venderse, y dieron lugar a los barrios de Villa Soldati, Villa Lugano y Villa Riachuelo en la Ciudad de Buenos Aires, y otras urbanizaciones en Lanús y Lomas de Zamora.
En 1913 el Estado decidió intervenir asumiendo las obras a través de la Dirección General de Estudios y Obras del Riachuelo, dependiente del Ministerio de Obras Públicas.[18]
Para entonces, las obras del "canal industrial" sumaron un nuevo objetivo: eliminar los meandros del Riachuelo y canalizarlo para hacer frente a las frecuentes inundaciones que afectaban sus márgenes, y periódicamente las volvían inhabitables, a veces alcanzando incluso a barrios alejados a él. (Por ejemplo, en las crecidas excepcionales de 1884, 1900 y 1911).[19]
A lo largo de los años siguientes finalmente se llevó adelante la rectificación del Riachuelo. Se construyeron los nuevos puentes Victorino de la Plaza, De Monti (ex Uriburu o "Puente Alsina") y la Noria. Y en los años '30 se volvió a relanzar el proyecto de un área industrial asociada al canal del Riachuelo.
Desde fines de 1880 a 1930, el Dock Sud y el canal del Riachuelo reunieron muchos de los establecimientos industriales más importantes del país, como las metalúrgicas Vasena, TAMET y Fabricaciones Militares.
Pero la necesidad del proyecto de rectificación fue puesta en duda. Hacia los años '40 las industrias dejaron de instalarse en este sector y empezaron a orientarse hacia otras zonas del área urbana de Buenos Aires, sobre todo su eje norte.
El último tramo de la rectificación entre el Puente Uriburu y el Puente La Noria fue concluido finalmente en 1944.[18]
La contaminación y deterioro general del Matanza Riachuelo y sus márgenes se inició a mediados del siglo XIX.[18]
Esta se originó en los establecimientos ligados a la industria de la carne y el cuero instalados en las márgenes del Riachuelo, en la Ciudad y la Provincia.
La situación se agravó por diversos procesos ligados a un crecimiento urbano y poblacional sin planificación ni inversiones adecuadas de infraestructura.[20]
Esto produjo un desarrollo desigual de los servicios urbanos en el área –electricidad domiciliaria, alumbrado público, agua potable y, en especial de cloacas–: mientras el centro de la Ciudad de Buenos Aires y sus áreas adyacentes quedaron cubiertos, los barrios periféricos fueron relegados; la zona sur de la Ciudad y los barrios de la Provincia mantuvieron esta condición periférica hasta bien entrado el siglo XX, y en algunos casos hasta el siglo XXI.
A esto se sumó la decisión de las autoridades porteñas de instalar todo tipo de "actividades insalubres" lejos del centro, en el sur y el sudoeste de la ciudad; por ejemplo, el matadero en Parque Patricios, inaugurado en 1872, y la quema de residuos del mismo barrio, trasladada a Villa Soldati en los años '50, también en las inmediaciones del Riachuelo.[21]
Desde mediados del siglo XX, otros procesos afectaron al río. Las crisis económicas produjeron el derrumbe de la trama industrial de las márgenes del Riachuelo, tanto en la Ciudad como en Provincia. El paisaje del río se pobló de infraestructura industrial en ruinas o abandonada; muchos establecimientos productivos siguieron funcionando en condiciones cada vez más precarias, sin control del Estado, en áreas cada vez menos transitadas.
Las márgenes del río fueron utilizadas a discreción por muchas empresas, como sitios para disposición de residuos, efluentes, rellenos ilegales, etc.
También se convirtieron en un lugar de acceso informal a la vivienda por parte de sectores sociales empobrecidos, sin otros medios para acceder a ella, mediante la instalación de barrios precarios y asentamientos, sin servicios.[22]
Como dice Gabriela Merlinsky, la ausencia de regulaciones en el uso de suelo y la falta de mecanismos de control ambiental por parte del Estado, generaron la degradación del área, y contribuyeron a crear "un paisaje de segregación urbana y ambiental".[20]
El periodo de mayor deterioro comenzó en los años '70 cuando estos proceso se agravaron aún más. La política de desindustrialización del país de la Dictadura Militar se acompañó con el cierre definitivo del antiguo puerto del Riachuelo. El paisaje de la desembocadura del río fue, desde entonces, el de un gigantesco cementerio de barcos y chatarra abandonada, en un curso de agua cada vez más afectado por la contaminación cloacal. El río se mantuvo durante décadas cubierto de desechos en descomposición.
La contaminación de la Cuenca Matanza Riachuelo fue el resultado esta suma de procesos: la actividad industrial sin control, el desarrollo incompleto de la red de cloacas y la falta de recolección y tratamiento de residuos sólidos urbanos, agravados por las consecuencias sociales, económicas y urbanas de este deterioro generalizado.[9]
En la década de 1990 se comienza a debatir en Argentina sobre los problemas ambientales, se crea en 1991 la Secretaría de Recursos Naturales y Desarrollo Sustentable de la Nación y, desde los inicios, la contaminación de este curso de agua aparece como uno de los problemas ambientales de mayor impacto en el país.
En 1993, la Secretaria de Medio Ambiente María Julia Alsogaray presentó un proyecto de limpieza del Riachuelo a completarse en mil días. Este proyecto jamás llegó a realizarse; la funcionaria fue imputada por enriquecimiento ilícito y malversación de fondos que debían destinarse a la gestión ambiental del río. (Según las denuncias, durante su gestión, el Comité del Riachuelo manejó más de 35 millones de dólares, de los cuales casi 22 fueron para "servicios técnicos y profesionales", de consultoras cercanas a la ministra Alsogaray).[22][23]
A principios de 2000, el plan de limpieza del Riachuelo se hallaba paralizado y Alsogaray fue imputada por desvío de fondos.
Durante la crisis de 2001, los fondos de un crédito internacional otorgado al país para la realización de estudios de calidad ambiental en la Cuenca debieron ser utilizados para financiar los planes de ayuda social de emergencia implementados por el Gobierno Nacional.[22]
En 2004, una denuncia de vecinos del barrio de Villa Inflamable en Dock Sud, Avellaneda, dio inicio a un proceso judicial, y luego al Fallo Mendoza dictado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que derivó en la creación de un Plan Integral de Saneamiento de la Cuenca, elaborado y llevado adelante desde entonces por la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR).
La Cuenca Matanza Riachuelo es el hogar de numerosas especies de animales y plantas. Aunque gran parte del territorio de la Cuenca se haya modificado por la urbanización o el uso agrícola, persisten todavía numerosas áreas naturales a lo largo de las orillas del curso principal y sus arroyos, con una presencia importante de flora y fauna nativa.
Entre la vegetación nativa de la Cuenca, podemos mencionar el sauce criollo, el junco, la cortadera, el tala y el ceibo Ibirá-Iputezúo.
En cuanto a la fauna, podemos encontrar diversas especies de aves como el biguá, el taguató y la garza blanca, que son buenas indicadoras del estado del ambiente.
Otras especies de animales que podemos encontrar son mamíferos como el zorro gris pampeano y el coipo, y reptiles como el lagarto overo y la tortuga cuello de serpiente.[24]
En la Cuenca Matanza existen diversas áreas naturales protegidas por su biodiversidad. (Ver Áreas protegidas de la Cuenca).
En febrero de 2019, ACUMAR celebró un convenio con el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) para realizar en forma conjunta el Inventario de Humedales de la Cuenca Matanza Riachuelo con el objetivo de delimitarlos, caracterizarlos y tipificarlos, como herramienta para el ordenamiento ambiental del territorio y la gestión sustentable de estas zonas.
Este proyecto se enmarca en el Inventario Nacional de Humedales, proceso iniciado por la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación en el año 2016.
En este caso ACUMAR brinda apoyo a través de la gestión y asistencia en el desarrollo de planes de manejo, planes de educación ambiental y monitoreos. Además, se detectaron zonas que aún no tienen una protección efectiva en el territorio, por lo que ACUMAR acompaña y apoya gestiones para su designación y protección en el futuro cercano.
Según el Plan Integral de Saneamiento de la Cuenca Matanza Riachuelo, la contaminación del río proviene de tres fuentes principales:
a) la actividad industrial y de otros establecimientos productivos sin tratamiento adecuado de sus efluentes;
b) los líquidos cloacales producidos por viviendas sin conexión a una red de saneamiento, y
c) los residuos sólidos urbanos de origen domiciliario.[9]
Estos procesos afectan al curso principal del río a través de los líquidos contaminados aportados por actividades realizadas en sus inmediaciones, pero también en las inmediaciones de las decenas de arroyos, cloacas y pluviales que desembocan en el curso el principal del río, con su propia carga de contaminantes.
Según el Plan Integral de Saneamiento de la Cuenca (2010) la degradación ambiental de la Cuenca es el resultado de "un proceso de desarrollo no planificado que trajo a su vez como consecuencia un crecimiento urbano incompatible con su entorno inmediato, desde las primeras poblaciones hasta la actualidad".[25]
En la Cuenca Media y Alta la mayor parte de los contaminantes provienen de la producción animal en corrales o galpones, y provenientes de plantas elaboradoras de productos lácteos y de la agricultura, a los que se suman algunas industrias, principalmente frigoríficos y curtiembres que vuelcan en el río, sin tratar, la mayor parte de sus efluentes.
En la Cuenca Baja, existen diversas actividades productivas e industriales que generan efluentes contaminantes. Entre las más importantes puede mencionarse a las curtiembres, los talleres de galvanoplastia, siderúrgicas, fabricación de alimentos, plásticos, lavaderos industriales, producción de productos químicos para el hogar, detergentes, jabones, productos cosméticos, etc.[26][4]
En 2022, según ACUMAR existen 5.368 establecimientos productivos empadronados en la Cuenca; 1.435 fueron identificados como Agentes Contaminantes; de estos, 706 ya fueron readecuados para dejar de contaminar.[27]
La contaminación orgánica es uno de los aportes de contaminación más grandes recibidos por el río a lo largo de su recorrido.
Esta se origina, sobre todo, en las aguas cloacales domésticas del área urbana sin cobertura de la red de saneamiento, que escurren a través de conexiones precarias, ya sean dirigidas directamente al curso principal del río, o que desagotan a través de pozos ciegos, donde los líquidos escurren, a su vez, a las napas de agua subterráneas, desde donde también desagotan en el curso principal.[4]
El exceso de materia orgánica recibido por el río produce el descenso de los niveles de concentración de oxígeno en el agua, debido a una sobrecarga de materia orgánica en el agua que al descomponerse naturalmente, termina por consumir por completo su oxígeno.[28]
Esto impide el desarrollo natural de su ecosistema por la incapacidad de albergar la vida acuática, salvo excepciones como las tortugas.[4]
Además de las cloacas, también aportan desechos orgánicos los establecimientos agropecuarios intensivos de la Cuenca Media y Alta como feedlots, tambos y granjas de pollos.
Por este motivo, en la Cuenca Media y Baja el agua se encuentra en un estado de anoxia, es decir, se miden valores cercanos a cero miligramos de oxígeno por litro de agua, donde la vida acuática se vuelve imposible.
Los residuos generados como consecuencia de las actividades que se desarrollan en el territorio constituyen otra fuente de contaminación que se ve agravada a partir de la disposición incorrecta de los mismos en el territorio.
Actualmente, se generan aproximadamente 10.000 toneladas de residuos por día en la Cuenca Matanza Riachuelo. [29]
En la zona periurbana, la aparición de basurales a cielo abierto aporta compuestos orgánicos provenientes de residuos domésticos, también sintéticos y otros ajenos a los sistemas biológicos (llamados xenobióticos), presentes en detergentes, emulsionadores y conservantes.[4]
Estos residuos mal dispuestos en basurales a cielo abierto a lo largo del territorio, aportan residuos al curso de arroyos y el curso principal del río, arrastrados por la lluvia y el viento, y transportados por canales, pluviales y cloacas. También, generan una filtración de agua de lluvia contaminada por la basura a través de las napas subterráneas que, a su vez, aportan contaminantes a los cursos de la Cuenca.[30]
En 2018, ACUMAR cerró el último de los macrobasurales (más de 5 hectáreas) de los existentes en los Municipios de la Cuenca, que recibía hasta 1200 toneladas de residuos por mes.[31]
La Causa Mendoza es uno de los procesos judiciales por temas ambientales más importantes del país, tomado como referencia a nivel nacional y también internacional.[22]
La Causa dio lugar a la condena judicial en materia ambiental más profunda y abarcadora de la historia argentina dictada contra el Estado Nacional y las empresas responsables de la contaminación.
Y obligó, entre otras cosas, a iniciar un proceso de saneamiento extendido mucho más allá del ámbito original afectado por la demanda (Dock Sud), para abarcar el territorio completo de la Cuenca Matanza Riachuelo, entendida como un sistema natural integrado.
En julio de 2004 un grupo de vecinos de la Provincia de Buenos Aires y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires —entre los cuales se hallaba Beatriz S. Mendoza, cuyo nombre encabeza el expediente—, presentaron una acción judicial contra el Estado Nacional, la Provincia de Buenos Aires, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y 44 empresas reclamando daños y perjuicios sufridos a causa de la contaminación de la Cuenca Matanza-Riachuelo.
Asimismo, solicitaron la recomposición del ambiente y una serie de medidas cautelares a fin de asegurar el objeto de la demanda.
El 20 de junio de 2006, la Corte Suprema de Justicia de la Nación Argentina se declaró competente en el juicio por el daño ambiental de incidencia colectiva sobre la Cuenca Matanza Riachuelo.
Al mismo tiempo, la Corte se declaró incompetente para proseguir el proceso por los daños individuales de cada uno de los vecinos afectados, a los que recomendó concurrir a los jueces de cada lugar donde habitan, para obtener las indemnizaciones por sus daños individualizados.
Así comenzó el juicio conocido como Causa Mendoza, en el cual se aceptó la participación como terceros tanto de la Defensoría del Pueblo de la Nación como de varias organizaciones (Fundación Ambiente y Recursos Naturales, Asociación de Vecinos de La Boca, Centro de Estudios Legales, Fundación Greenpeace Argentina, Fundación Metropolitana, entre otras).
En diciembre de 2006 se creó por Ley Nacional la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo presidida por la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable. La ACUMAR participó de las audiencias públicas y presentó al Juez el Plan Integral de Saneamiento Ambiental de la Cuenca Matanza Riachuelo (PISA). La corte solicitó a la Universidad de Buenos Aires la participación de sus profesionales idóneos, con antecedentes y conocimientos necesarios y apropiados respecto de las diversas temáticas involucradas, y que procediesen a informar sobre la factibilidad del plan
El 8 de julio de 2008, la Corte Suprema de Justicia de la Nación dictó sentencia definitiva en el caso Mendoza. En relación con "la específica pretensión sobre recomposición y prevención de daños al ambiente", el Fallo obliga al dictado de decisiones urgentes, definitivas y eficaces. Se trata de una sentencia colectiva atípica, ya que contiene una condena general que recae sobre la ACUMAR, el Estado Nacional, la Provincia de Buenos Aires y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, "igualmente responsables en modo concurrente", por el cumplimiento del programa establecido en la resolución:
"que debe perseguir tres objetivos simultáneos:
1) la mejora de la calidad de vida de los habitantes de la cuenca;
2) la recomposición del ambiente en la Cuenca en todos sus componentes (agua, aire, y suelos) y
3) la prevención de daños con suficiente y razonable grado de predicción".[32]
El proceso de ejecución de la sentencia dictada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación se puso a cargo del Juzgado Federal de Quilmes a cargo del Dr. Luis Armella.
La Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR) es el ente interjurisdiccional de derecho público creado por la Ley nacional 26.168 del Poder Ejecutivo Nacional y adherido por las Legislaturas de la Provincia de Buenos Aires y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que tiene a su cargo la ejecución del Plan Integral de Saneamiento Ambiental de la Cuenca del Río Matanza-Riachuelo.[33]
La Autoridad de Cuenca está integrada por un Consejo Directivo presidido por el Ministerio de Obras Públicas y los representantes de las tres jurisdicciones, un Consejo Municipal con representantes de los 15 municipios que conforman la cuenca, y una Comisión de Participación Social como espacio de articulación del Plan con la sociedad civil, abierto a su integración por cualquier organización con intereses en el ámbito territorial de la cuenca. Asimismo, se ha conformado un Foro de Universidades de la Cuenca Matanza Riachuelo (FUCUMAR) como ámbito de interacción entre las universidades vinculadas por sus saberes a la problemática de la cuenca y el grupo de expertos responsables a cargo del Plan.
La Autoridad de Cuenca cuenta asimismo con una Dirección Ejecutiva y una Secretaría General cuya función es oficiar de enlace entre todos los actores que conforman el Plan Integral de Saneamiento de la Cuenca Hídrica Matanza Riachuelo.Las márgenes del Riachuelo en la Ciudad de Buenos Aires y Avellaneda presentan un paisaje de
Si bien la Cuenca Matanza Riachuelo es una unidad ambiental altamente impactada por las diversas actividades antrópicas generadas en el marco del proceso de desarrollo económico y social de la región, mantiene aún componentes biológicos propios del ecosistema originario.
La conservación de estos espacios es un elemento esencial para el desarrollo sostenible. La biodiversidad y los ecosistemas brindan una gran cantidad de bienes y servicios ambientales para la sociedad, en particular los humedales.
Las áreas de protección ambiental son zonas identificadas dentro de la Cuenca Matanza Riachuelo que fueron priorizadas para tomar acciones concretas de conservación y gestión, debido a la presencia de biodiversidad.[34]
Por “áreas de protección ambiental” debe entenderse no sólo aquellas áreas que ya tiene algún estatus o norma de protección que las regula, sino también aquellas que por distintos valores, sean éstos ecológicos, arqueológicos, paleontológicos, hídricos o como espacio verde de esparcimiento o recreación ciudadana, se consideran de interés para su conservación, independientemente del régimen normativo o la jurisdicción de la cual dependen.
Muchas de las áreas identificadas ya son áreas protegidas, reservas con distinto marco de protección, provincial o municipal.
Hasta el momento se cuentan once áreas prioritarias para la conservación de la biodiversidad. De estas, algunas ya tienen una figura legal formal de protección (dentro de alguna de las Categorías de los Sistemas de Áreas Protegidas) y otras son humedales en su mayor extensión.
Las áreas formalmente protegid
Existen otras áreas naturales protegidas muy cercanas a la Cuenca, como la Guardia del Juncal de Cañuelas.
Otras áreas no se hallan reconocidas legalmente pero son gestionadas como espacios verdes (Centro Recreativo Nacional Bosques de Ezeiza), o son propuestas como áreas a proteger por distintos grupos de vecinos y activistas: Aeródromo de Laferrere (La Matanza), Cauce Viejo del Riachuelo (Ciudad de Buenos Aires), el Camino de las Flores (Almirante Brown), entre otras.
Los puentes remontando el río desde su desembocadura son:
También existieron dos puentes transbordadores idénticos denominados Presidente Saénz Peña y Presidente Urquiza, construidos y operados por empresas privadas. La construcción de estos puentes había terminado en 1914 y 1915 respectivamente. Se encontraban en correspondencia con las calles Garibaldi y Patricios del barrio de La Boca.[41] Estos puentes fueron desmontados entre 1965 y 1968.
Los puentes Victorino de la Plaza, el Bosch, el viejo puente Pueyrredón y el Alsina (ex-Uriburu) pertenecen a la Dirección Nacional de Vías Navegables, mientras que el Nuevo Puente Pueyrredón y el Nicolás Avelleneda corresponden a la Dirección Nacional de Vialidad. El complejo de puentes denominados de la Noria, como parte de la Avenida General Paz, está concesionado a la empresa privada Autopistas del Sol. Los cuatro primeros puentes no tuvieron el mantenimiento correspondiente a partir de la década de 1980 por problemas presupuestarios.[42]
Los puentes ferroviarios construidos sobre este curso de agua son:[43]
Antes de la rectificación existió una línea tranviaria que cruzaba el Riachuelo en correspondencia con la calle Larrazábal (km 13,5 del Riachuelo), cerca del puente de La Noria.
La Compañía de Tranvías del Oeste y Sudoeste, formada en 1906 por la fusión de dos empresas tranviarias, explotaba una línea de tranvías entre Lacarra y Rivadavia y el Riachuelo. Mediante la ley nacional 7499 del año 1910 el gobierno nacional extendió la concesión a la provincia de Buenos Aires.[45] El puente estuvo en funcionamiento por poco tiempo ya que en 1913 la empresa desapareció.
El Plan Integral de Saneamiento de la Cuenca Matanza Riachuelo definió la relocalización de 17.000 familias cuyas viviendas se hallaban instaladas dentro del camino de sirga del Matanza Riachuelo, en los 35 metros de cada margen.
Al comienzo de la ejecución del Plan, en la ciudad de Buenos Aires existían al menos cinco asentamientos ubicados sobre los márgenes del río.[46]
La relocalización de los asentamientos de las márgenes del río en Provincia fue completada en los municipios de Avellaneda, Lomas de Zamora y La Matanza.[55]
Control de autoridades |
---|